¿Cuál es el significado de ellos? Por supuesto, sólo
puedo hablar de mis propios pensamientos acerca de esto.
Para mí, un sueño es una idea que surge
espontáneamente y profundamente motiva al que fue elegido para, finalmente,
hacerla realidad.
Sé que tengo un gran sueño (o varios, no sólo uno),
pero hay diferentes tipos de sueños, y en este caso me estoy enfocando
solamente en una de todas las maneras en las que se los puede tomar.
Cuando terminé la secundaria encontré una sensación
de completa libertad, y eso que afortunadamente siempre tuve el apoyo de mis
padres en lo que respecta a música. Ellos son amantes de la música. De hecho,
fue mi papá el que me compró una guitarra cuando tenía once años, y no recuerdo
realmente el haber pedido ningún instrumento. Sí tuve una batería cuando era
chico, y CDs nunca faltaron, así que se puede decir la música estuvo siempre
presente en mi vida. (Vale destacar un recuerdo que mi papá compartió conmigo
una vez: un bebé en la parte trasera del auto moviendo sus pies al ritmo de las
canciones de 5150 de Van Halen. La canción “Dreams” es mi favorita en todo el
mundo, incluso desde antes de saber acerca de esto. Era muy chico como para
recordarlo).
Durante mi adolescencia muchas ideas musicales
surgieron. Cuando la primera serie comenzó a fluir, no me gustaba pensar que lo
que lograba componer sonara parecido a otra cosa. Durante este comienzo de
composición musical sentía que todo era predecible a la hora de combinar notas.
Sentía que mis ideas sonaban similares a lo que solía escuchar por aquel
entonces. Así es como siempre tendí a buscar alguna interesante combinación de
notas, acordes poco usuales con notas de bajo que cambiaran su sonido
convencional y demás. Con el paso del tiempo esto se convirtió en lo que yo
creo es mi sonido característico, un enfoque personal que hace a mis canciones
tal y como son.
Después de la secundaria, tocar en vivo pasó a ser
la manera de seguir haciendo música. Aun así, el componer no se me escapó
(¡gracias a Dios! ¡Ja, ja!). Pocos años después conseguí finalmente una cámara
digital y empecé a subir videos a You Tube. No fue hasta este momento que
comprendí mi música podía oficializarse, por ponerlo de algún modo.
Cada vez que se trabaja en un video, éste necesita
ser dirigido además de interpretado. Fue esta actividad la que me hizo aprender
mucho acerca de grabación, mezcla y cómo arreglar ideas que nacían de zapadas solitarias
con una guitarra desenchufada. El mejor ejemplo que puedo dar es “The Battle of
the Pelennor Fields” (La Batalla de los Campos del Pelennor). Sí, yo fui el que
compuso la canción, pero hubo muchas otras personas que influyeron en algún
punto para llegar a la versión final de la misma, no sólo yo: socios de A.T.A. y
la motivación de escribir algo basado en la obra de J.R.R. Tolkien; Francisco
Nogueiras y nuestras ganas de fusionar dos aspectos musicales diferentes,
música orquestal y ensamble de Rock; Tom Geisler, quien tuvo completa libertad
a la hora de crear la pista de batería; y Dave Williams, quien finalmente hizo
una mezcla masiva con lo grabado por Francisco, Tom y yo.
Ahora bien, aplíquese esto a cada colaboración
virtual, ya sea para covers como para canciones propias, hecha alguna vez… La
sensación siempre es grande, y los resultados, al parecer, también, a juzgar
por la larga y delgada barrita verde debajo de los clips subidos a You Tube o
los “Me gusta” bajo los enlaces colgados en Facebook.
Al principio se trató más que nada de hacer un video
crudo, aunque lo mejor logrado posible, y compartirlo con los que parecían ser
personas entendidas dentro de la música contenida en aquellas subidas. Con el
paso del tiempo, cada nuevo video pasó a ser individualmente importante. Para
ser honesto, siempre ha sido así. Pero el punto de inflexión fue el haber
descubierto la posibilidad de tocar virtualmente con músicos de cualquier parte
del mundo.
Para mí, aclarando una vez más que estoy hablando de
una manera particular de describir uno de mis significados en lo que respecta a
“sueños”, cada nueva canción grabada y compartida es un sueño hecho realidad.
Son estas pequeñas cosas las que hacen a la vida misma un sueño día a día.
Un sueño podría ser eso, dar lo mejor todos los
días, ver qué sucede y mantener una mentalidad abierta a lo que se puede
presentar. Si el corazón y la mente son verdaderos y hay esperanza y deseo de
que todo esté bien, entonces seguramente así será, a pesar de las dificultades,
que son parte del hecho de estar acá. Éstas no son más que una dura prueba por
la que todos debemos pasar para alcanzar el siguiente nivel en nuestro camino.