“Solamente somos inmortales por un tiempo limitado”. Aquellos ansiosos por vivir la vida plenamente lo hacen acorde a estas sabias palabras de nada más y nada menos que el recordado gran Neil Peart. Roll The Bones, por alguna razón, siempre se ha mantenido relevante a lo largo de mi vida. Me encanta cada álbum que Rush haya lanzado alguna vez y mi favorito de todos los tiempos es Power Windows. RTB no es igual de fuerte a nivel musical para mí comparado con el de 1985 y tengo preferencia por otros ya sea por musicalidad como por sonido. Aun así, el primer álbum de Rush en los Noventa es un gran compañero, siempre ha estado ahí conmigo y para mí de alguna u otra forma.
El 29 de abril de 2023 LIGHT volvió a tocar en vivo después de cinco años fuera del ámbito de música en directo. Fue la primera vez que la ahora formación oficial se juntara presencialmente para ensayar e interpretar material original. Los dos únicos covers esa noche fueron el número de apertura “These Walls” de Dream Theater y “Where’s My Thing?” de Rush… Sí, una pista de Roll The Bones. A la hora de crear la lista de canciones para un show que incluye covers, siempre trato de no caer en las elecciones obvias. Cuando se trata de los instrumentales de Rush esos son de seguro “YYZ” y “La Villa Strangiato”, dos piezas maestras del Rock sin lugar a dudas. Pero por esta misma razón ya han sido tocadas hasta el cansancio por todo el mundo así que no era lo más interesante para presentar durante nuestra función. Eventualmente se comprobó que estaba en lo cierto: más que tan sólo unas pocas personas que vieron el video en YouTube dijeron haberse sorprendido -para bien- por la elección de canción. Además tiene semejante producción orientada a los teclados, lo que justifica el haber sido elegida ya que LIGHT sí tiene un tecladista de verdad. ONE (Marian, mi hermano) realmente acertó con su performance esa noche, y la banda completa fue alabada con comentarios acerca de qué tan ajustados sonamos.
Ajustado… Esta palabra dejó una marca innegable en mí. Es como si la verdadera diferencia entre una banda mediocre y una banda virtuosa acaso yaciera en qué tan ajustado el ensamble es. Aclaro que LIGHT no es perfecta, ni siquiera Rush es perfecta, no importa qué tanto nosotros los fans queramos pensar así de ellos (han tenido su buena cantidad de trainwrecks, errores muy notorios en vivo, a decir verdad). Ser ajustado no tiene que ser confundido con perfección, es algo más, es una sensación que la gente percibe y aprecia, la audiencia se sorprende por la precisión de una banda que realmente suena bien más allá del estilo musical. Y después de básicamente un año entero de preparación, LIGHT tenía ahora una nueva chance de probarnos a nosotros mismos.
Muchos son los potenciales setlists pensados, siempre es cuestión de elegir el más apropiado en determinado momento. El concierto homenaje a Rush fue en principio reservado para 2025 así se conmemorarían los diez años desde la última gira de la banda, R40, la cual finalizó el primero de agosto de 2015 en Los Ángeles, Estados Unidos. Sin embargo, este repertorio fue el que más rápidamente se desarrolló y una vez que los sonidos de teclado fueron creados, el momento de epifanía, por así decirlo, llegó y se supo que éste era el camino a seguir en 2024. Fue por ese entonces que me avivé de un detalle no menor: 2004 fue el año en el que me convertí en fan de Rush. He aquí una significativa celebración para ustedes… o más bien, para mí. :P ;)
El siete de septiembre de 2023 ONE grabó una demo cruda de
“Lock and Key”. Ese pequeño video fue enviado al día siguiente a Nicolas
(Jourdain) y Leandro (Galera), y resultó ser que el ocho de dicho mes es el día
que Hold Your Fire, el álbum al cual “Lock and Key” pertenece, había
sido lanzado en 1987, hacía treinta y siete años. “¿Dónde? ¿Cuándo? ¡Jaja!” fue
la instantánea respuesta de Nicolas a la lista que compartí con él y Leandro en
negrita vía WhatsApp, “Lock and Key” incluida por supuesto. Puse a rodar las
ruedas, encendí todas las máquinas…
Entonces se puede decir que había todavía mucho espíritu en
cuanto al aspecto de música en vivo. Pero también había una tarea mayúscula a
ser terminada antes de realmente zambullirse en un acto en vivo más: el tercer
álbum de LIGHT, The Engine Of The World. Había estado siendo arrastrado
durante años y después del show de 2023 era hora de darle cierre, habiendo sido
The Miracle Of Life, su predecesor, lanzado en febrero 2020 y difundido
a más no poder sin parar durante casi cuatro años. Tomó bastantes meses más
pero finalmente el quince de marzo de 2024 tuvimos el placer de estrenar TEOTW en
nuestro canal de YouTube. Ha sido muy bien recibido. Algunos seguidores que lo
compraron están de acuerdo en que es una evolución desde TMOL, álbum que ya
había recibido halagos por tener un sonido muy progresivo.
Fines de abril/principios de mayo era el tiempo ideal para el
nuevo concierto una vez más. Es otoño en el hemisferio sur y esas semanas son
todavía amigables en términos de clima la mayoría de las veces. A fin de
cuentas, tuvimos que posponerlo dos semanas así Leandro podía comprometerse a
aprender el repertorio completo debidamente. Con tan sólo un ensayo de banda
completa el doce de mayo y prueba de sonido el diecinueve, tuvimos en frente a
una audiencia de entre setenta y setenta y cinco personas a las 5:17 pm aquel
domingo en Tigre, mi ciudad. ¡Literalmente tocamos en nuestro jardín! Es el mejor
lugar para nosotros para llevar adelante este tipo de conciertos, tal y como lo
fuera el año anterior. Siempre y cuando no llueva, el show perfectamente puede
tener lugar.
Alrededor de las 4:10 pm le di “Play” en mi vieja computadora
Dell Inspiron a la lista de reproducción pre-show:
01 Bastille
Day (live - All The World’s A Stage)
02 Natural
Science (live – Live in YYZ)
03 Turn
The Page (live – A Show Of Hands)
04 Test
For Echo (live – Different Stages)
05 Earthshine
(live – Rush In Rio)
06 Between
The Wheels (live – Snakes & Arrows LIVE!)
07 Witch
Hunt (live – Snakes & Arrows LIVE!)
08 Faithless
(live – Time Machine)
09 Caravan
(live – Time Machine)
10 Territories
(Power Windows)
11 Something
For Nothing (2112)
Sin realmente intencionarlo, hubo algo así como un motivo en
común entre un show y el otro. El de 2023 tuvo un sampler orquestal de
“These Walls” como preludio del cover en sí que interpretamos. Esta vez fue una
gran performance sinfónica por la Royal Philharmonic Orchestra de la obertura
en “2112” la que comenzó a sonar inmediatamente después de “Something For
Nothing”. Marcó el ánimo y para cuando llegó al acorde de Mi mayor final, la
gente aplaudió y exclamó, la banda ya en escena lista para tocar y recibiendo
ese cálido apoyo de la audiencia de primera mano.
¿Acaso continuamos con “The Temples Of Syrinx”? Nop. :P Hubo
un salto desde 1976 directamente hacia 1982 con ONE dándole a ese icónico Fa#
de sintetizador grave para abrirle camino a “Subdivisions”, un gran tema de
apertura. Ésta nos indicaría cómo iría el resto del asunto. Me da gusto decir
que todo salió bien. Un par de amigos presentes durante la prueba de sonido nos
habían dicho que no nos preocupáramos ni un poco. “Chicos, estén tranquilos:
van a dar un tremendo concierto esta tarde”. Eso fue gentil y lo apreciamos,
pero la prueba final es cuando se está ahí mismo en vivo y en directo.
A “Subdivisions” le
siguió inmediatamente “Where’s My Thing?” Esta vez podríamos habernos decidido
por “YYZ” ya que la otra la habíamos tocado en 2023. Desafortunadamente, el
show no pudo ser grabado adecuadamente, la laptop de Nicolas no
respondió y eso fue todo. El único documento de aquella noche es la grabación
con celular de “Where’s My Thing?” en su totalidad y un resumen con seis
extractos largos de canciones originales de LIGHT. Es lo suficientemente
decente como para compartir y hacerle saber al mundo de la banda, pero la
situación ameritaba revancha. Por suerte esta vez todo se logró capturar
multipista y la mezcla final del concierto completo es sorprendentemente
profesional. Ahora “Where’s My Thing?” recibió el tratamiento que siempre
mereció, al igual que el resto del repertorio.
En marzo 2023 preparé un cover a guitarra acústica y voz de
“Lakeside Park” para una presentación en Garden Party, la cuarta edición
de esta juntada de fans de Marillion y del Rock Progresivo en general que
ocurre en Buenos Aires. Esta canción de Caress Of Steel (1975) es
simplemente muy alta a nivel registro vocal, demasiado fuera de mi alcance.
Geddy Lee siempre tuvo un registro alto-tenor pero esos primeros álbumes cuando
él estaba en sus veintes es de no creer. Lo bueno es que existe algo llamado Cambio
de tonalidad y no tengo problemas en recurrir a ello, ¡jaja! En vez de
tocarla en La mayor, la reaprendí en Mi mayor, dos tonos y medio más bajo. Continuó
sonando como “Lakeside Park” en su esencia completa y ahora podía cantarla con
mucha más comodidad. Funcionó tan bien que sentí la necesidad de hacerle un
cover con ensamble completo algún día. El concierto homenaje a Rush era el escenario
perfecto. Por supuesto que “Lakeside Park” no tiene nada de teclados. ¿Es eso
suficiente para descartarla? No. Como dije, cualquier cosa puede ser adaptada. Marian
y yo trabajamos juntos en los arreglos adicionales de teclado, lo que serían
órgano, piano eléctrico y cuerdas. Es más que gratificante escuchar la mezcla
en vivo y atestiguar originalidad y qué tan enriquecida suena nuestra versión.
“Tears” es una balada hermosa y melancólica de 2112.
Otro número de este repertorio totalmente dedicado a Rush requirió de mi
guitarra acústica en su pie correspondiente para poder pasar de acústica a
eléctrica lo suficientemente rápido. Pensé por qué no agregar esta otra canción,
que es nada más que guitarra, voz y melotrón en su mayor parte. Ubicada como el
cuarto número después de esos tres primeros bien potentes fue ideal, le dio un
respiro al asunto durante unos tres minutos.
Para cortar el set en dos, July Valls fue invitado en dos canciones como bajista mientras Marian y Leandro tomaban un descanso. Sería la única vez que LIGHT hiciera un show “Rush”, por lo que el elemento power trio de algún modo tenía que estar (el cubrir todas las épocas era cosa obligada también). July es un buen amigo de la música, realmente talentoso principalmente como guitarrista. Pero es también competente con otros instrumentos, bajo incluido. En las Garden Party 4 & 5 habíamos tocado “The Seeker”, esa canción de The Who que Rush versionó en 2004 para el álbum Feedback, y “New World Man” respectivamente. Estas dos elecciones eran tan amigables en el sentido de que no era necesario estudiarlas con sumo detalle, ya estaban ahí para que las retomáramos sin más. Ninguna de las filmaciones de los eventos era lo suficientemente buena; excusa más oportuna no podía haber para esta vez capturar ambas canciones en formato multipista.
El set #2 comenzó con “Jacob’s Ladder”, la canción más
progresiva del setlist. Cada uno la tenía estudiada individualmente de
antemano así que no tomó tanto tiempo el dominarla grupalmente como temíamos… Excepto
por unos pocos segundos de una de las composiciones en batería más sincopadas
que existen, ¡que encima resulta estar en 13/8, de todas las asignaturas de
tiempo que hay! Marian y yo habíamos estado practicando el set completo durante
muchos meses tocando sobre metrónomos hechos a medida para cada número. Nos
acostumbramos a ese patrón en 13/8 y estábamos tranquilos con el trabajo
vertido en ello por tanto tiempo. Pero ¡ay!... una vez que Nicolas empezara a
tocar ese patrón de batería -aprendido idéntico, vale reconocer- Marian
realmente se perdió con la melodía que tenía que tocar. Yo tuve la fortuna de
hacerme cargo de las corcheas constantes que hacen al riff en guitarra, así que
no importa qué tan complejo sea el ritmo de la canción, solo tuve que darle
derecho sin mucho pensar y Nicolas y yo nos encontraríamos eventualmente después
de un par de compases. La melodía de teclado es todo otro cantar, mucho más
espaciada y eso hace que sea verdaderamente difícil de aterrizar donde se debe.
Con solamente una semana para darle en el clavo, de repente
estábamos comiéndonos las uñas. Era como si ninguna otra cosa importara ya sino
esos pocos segundos de “Jacob’s Ladder”, que tenían que ser perfeccionados y
así evitar cualquier riesgo del tan temido trainwreck. Cuando me di
cuenta de que estábamos preocupándonos demasiado, se tornó más sencillo ver el
panorama completo y entender que el show en su totalidad no se convertiría en
un desastre si es que dicha sección no se tocaba a la perfección. Esto no quiere decir que no le diéramos la
importancia que merecía durante la semana y la prueba de sonido. “Jacob’s
Ladder” fue la recurrida para probar el sonido y a la vez aprovechar la
canción a ser ensayada una vez más, sin excepción. Todo dio frutos al fin y al
cabo, fue la primera canción en recibir un notorio rugido como reacción del
público apenas dejara de sonar el último acorde.
Luego llegó finalmente el turno de “Lock and Key”. Realmente
tenía expectativas hechas con ésta. El trabajo en teclado es pura belleza de
principio a fin y la energía de toda la pista es simplemente de lo más intensa.
¡La batería sí que aviva los estribillos! Hold Your Fire -y toda la era
de los sintetizadores ya que estamos- podrá ser mal vista por ciertos fans de
Rush puristas pero la pulida producción es arte y las canciones son de por
sí tan rockeras como las de álbumes anteriores. Está esta creencia de que la
música en las grabaciones de mediados a fines de los Ochenta se vierte más
hacia un sonido Pop y puede que ese sea el caso. Sin embargo, la entrega
esencialmente poderosa de Rush, esa tenacidad enérgica que hace a su sonido
algo tan especial, sin dudas se encuentra allí. El haber tocado “Lock and Key”
en vivo lo único que hace es solidificar esta declaración.
Excepto por “The Seeker”, pista grabada en 2004, todavía
faltaba tocar alguna canción original de Rush del siglo XXI, todo lo
demás había sido cubierto con al menos un representante de cada época. Debo
decir que no fue tarea fácil descifrar cuál canción funcionaría mejor, si sería
algo de Vapor Trails, Snakes & Arrows o Clockwork Angels.
Estas son producciones ambiciosas con muchas capas una sobre otra. Hice un
repaso de casi todo el material en mi mente y cuando me di cuenta que el
arpegio principal de “Vapor Trail” podía ser tocado por ONE en el teclado, yo
estaría mucho más liberado para concentrarme en cantar mayormente (tocar ese
arpegio en guitarra y cantar al mismo tiempo es casi imposible, mejor dejarlo
ahí quieto, ¡jaja!) Pasó a ser la segunda canción de las que más expectativas comencé
a tener. Además Rush nunca la tocó en vivo, lo que hizo de este cover algo
todavía más especial.
Una marca registrada, por así decirlo, de los shows de Rush
en vivo son los medleys (popurrís). Entonces LIGHT no podía dejar esta
característica fuera, ¿no? Acá es donde el pie de guitarra acústica mostró todo
su valor. Ya lo había hecho once años atrás cuando como solista di un show con
una mayoría de covers más algunas canciones originales arrojadas aquí y allí. De
hecho, el punto de haberme mandado a fabricar uno de éstos era el repentino
cambio de acústica a eléctrica entre “Discovery” y “Presentation”, partes III y
IV de la suite “2112”. Esta vez ambas piezas fueron tocadas otra vez,
pero todo con la guitarra eléctrica. Lo acústico ahora fue para la introducción
de “A Farewell To Kings” y la de “Closer To The Heart” -sumadas las primeras
dos estrofas de esta última- todo conectado con sutileza. Leandro interpretó
esa gran línea de bajo a la perfección en CTTH mientras que ONE agregó algo de
piano y también se encargó de los elementos de percusión suave de la versión
original, así como cuerdas de apoyo para el solo de guitarra, órgano para
resaltar los acordes de guitarra eléctrica distorsionados y sintetizador tocado
en unísono con la guitarra y el bajo para la parte post-solo.
La transición de “Closer To The Heart” a “Discovery” se tornó
todavía más sutil gracias al efecto especial de sonido de cascada disparado al
mismo tiempo que el acorde final en la primera pieza se desvanecía, dándole
lugar a los armónicos naturales de la guitarra eléctrica limpia. Siempre es un
placer cantar y tocar esta sección de una de las mejores piezas progresivas
jamás, precisamente hablando, la primera pieza de Metal Progresivo de la
historia. La manera en la que tocamos “Presentation” alrededor de dos-tres
minutos más tarde no tuvo letra, solo el motivo principal durante cuatro
vueltas y ese deslumbrante solo de guitarra por el único: Alex Lifeson; el
nacimiento del Prog Metal definitivamente.
Un poco más de “2112” con “Oracle: the Dream” en guitarra y
un acorde final con cuerdas sinfónicas y llegamos al final de nuestra
presentación homenajeando a Rush, la banda que los cuatro miembros de LIGHT más
tenemos en común. Fue la elección obvia si buscábamos dedicarle un set entero a
una sola de nuestras bandas favoritas. Pero la cosa no estaba del todo
terminada…
Evidentemente la audiencia la pasó realmente bien y no
tardaron nada en gritar “¡Otra!” repetidamente. ¡Menos mal que así fue! Durante
diez meses un alumno de guitarra -que por cierto estuvo presente en el show- me
prestó su guitarra eléctrica Ibanez JS100 con Floyd Rose. Esta era la única
manera de poder tocar “Limelight” como es debido. Una canción de Moving
Pictures tiene que estar sí o sí en cualquier homenaje a Rush respetable, y
su cierre de lado A es una de las mejores canciones del Rock clásico. Y con ese
asombroso final que tiene, fue una fácil elección, ni hablar del emotivo solo
de guitarra, el favorito de Lifeson de entre tantos momentos brillantes de su
parte.
Pablo, este alumno de guitarra, me advirtió que las guitarras con Floyd Rose son especiales. Mientras corrían los días tocándola diario, pude notar que son como niños: necesitan de mucho amor y atención, ¡jaja! De otra manera, se desafinan como si nada. Pero se estabilizan si uno las toca regularmente durante bastante tiempo. Me alegra decir que funcionó perfectamente a fin de cuentas, de punta a punta mientras presentábamos el último tema del show. Respondió sin ningún tipo de fallas. Y pensar que la performance ha sido capturada como corresponde para la posteridad, pone una sonrisa en mi rostro. :)
Después de que la banda se tomara unas fotos con el público
detrás y se despidiera, la lista de reproducción post-show comenzó a sonar:
01 The
Spirit Of Radio (Permanent Waves)
02 Fly
By Night (Fly By Night)
03 The
Trees (Hemispheres)
04 Tom
Sawyer (Moving Pictures)
05 YYZ
(Moving Pictures)
06 Distant
Early Warning (Grace Under Pressure)
07 Middletown
Dreams (Power Windows)
08 Stick
It Out (Counterparts)
09 Half
The World (Test For Echo)
10
The Garden (Clockwork
Angels)
Estaba charlando con July Valls y Hugo Lagar, este último un
periodista local de Rock Progresivo, cuando “Half The World” estaba terminando.
Educadamente les pedí privacidad cuando llegó el turno de “The Garden”…
Otra cosa que esperaba con ganas era compartir el momento
durante esa canción con Sara, la mujer con la que compartí el amor más puro,
aunque por muy poco tiempo. Desde que volviéramos a establecer contacto vía
WhatsApp a principios de enero 2024 (el primero de todos los contactos había
ocurrido en junio 2020 mediante Facebook), la idea de este concierto fue una
gran parte de nuestro tiempo juntos. Tristemente esa terrible enfermedad
llamada cáncer regresó. Ella ya me había contado todo acerca de su valiente
batalla desde 2021 y cómo había salido victoriosa, que ahora estaba libre de
cáncer. Lamentablemente terminó por descubrir a fines de marzo/principios de
abril que se había esparcido hacia su intestino. A pesar de las nuevas cirugías
y otras alternativas para hacerlo retroceder otra vez, no lo logró y partió el
diez de mayo.
Sara era tan buena persona que no quería que nadie se
preocupara. Nunca se me dijo qué tan malo era lo que realmente estaba
ocurriendo y por qué es que no pudo quedarse en Buenos Aires y tuvo que volver
a su hogar en San Luis, otra provincia a 800 kilómetros de distancia, para
buscar la tan necesitada atención médica. Cuando ese mediodía de viernes recibí
un WhatsApp de Mary, su madre, me sorprendí. “¿Por qué me escribe ella?” pensé,
una notificación muy fuera de lo común en mi celular. No hace falta decir que
lo que escuché al momento de darle “Play” a su audio fue un shock. Me hizo
saber que Sara había sido completamente sedada para que ya no sufriera y que
pronto dejaría este mundo, de todos los días del año, el cumpleaños de su mamá.
Tomé mi teléfono y salí de casa para dar una vuelta y buscar un lugar remoto
así poder contestar. Palabras mezcladas con lágrimas y sollozos imparables hicieron
a ese audio de respuesta de 6-7 minutos. Más tarde aquella noche otro audio de
Mary me esperaba. “Ya vuela, ya vuela mi hija”.
Al día siguiente envió otro audio y mostró mucha fortaleza
considerando las devastadoras circunstancias. Estaba haciendo su mayor intento
de honrar los deseos de Sara: ser fuerte, que ella y Héctor, su papá, no tenían
que arrepentirse de nada ya que habían hecho todo lo humanamente posible para
tratarla y salvarla. “Te amaba, también tu música. Así que seguí haciéndola y
enseñándola porque la música es la cosa más hermosa que hay”. Respondí que eso
mismo haría, por ella por supuesto, pero uno no debe permitirse olvidar que la
vida de cada uno es propia. Respétate tanto como a los demás. Como
individuos debemos cuidar de nuestra propia esencia, conocernos y nunca vernos
atrapados en un laberinto de confusión cuando cualquier tipo de emoción corre
salvaje, especialmente cuando algo como esto ocurre. Es este tipo de cultivo
del Sí mismo -recurrentes palabras de Sara- lo que ella admiraba en las
personas, y vivir en plenitud de consciencia al uno cultivarse y respetarse es
la manera de honrar su mayor deseo.
Así es cómo y por qué el concierto no se canceló ni pospuso.
El domingo 12/05 LIGHT ensayó y yo hice el trabajo que se suponía debía hacer.
Pensé que era mejor no darles estas noticias a mis compañeros de banda salvo mi
hermano, que obviamente ya estaba al tanto, tampoco a July Valls, quien se
presentó al ensayo para practicar las dos canciones en las que participaría. Fue
una decisión sabia al fin y al cabo ya que ellos no conocían a Sara, ni siquiera
que yo estaba en una relación. El haberles hecho saber hubiese requerido contar
todo desde el comienzo y nos desviaría de lo que teníamos que concentrarnos,
siendo que solamente teníamos un ensayo para que esto funcionara. Eventualmente
se enteraron y mostraron apoyo y dieron sus condolencias, lo cual fue
recibido de buen grado.
El día del concierto le envié mensaje a Mary y le dije que
los temas de apertura y cierre del show, “Subdivisions” y “Limelight”, ahora irían
especialmente para Sara. Cuando nos conocimos personalmente el veintitrés de
enero, ella dijo que estaba con muchas ganas de trabajar en una versión Metal
de “Subdivisions” (Sara tocaba guitarra y violín). Tuve que hacer un gran
esfuerzo para no abrir la boca, no quería revelar la lista de canciones a
nadie, y ella ya había dicho que quería que fuese una sorpresa. Casi un mes
después, el veinte de febrero cuando tuvimos nuestra segunda chance de vernos
cara a cara, estábamos caminando hacia la estación de Tigre así ella podía volver
a la capital donde se estaba quedando por el momento. Un ensayo con Marian
estaba cerca y se me escapó un: “Una vez esté en casa de vuelta lo voy a llamar
y decir: ‘Marian… ¡Limelight!’” Con una sonrisa juguetona e irónica dijo “¡Graciassss!”
Estaba algo confundido, ella lo podía notar al ver mi rostro. “Dijiste
‘Limelight’” tuvo que aclarar. “¡Oh, no!” fue mi inevitable reacción.
Simplemente salió de mi boca, ¡jaja!
Al día siguiente no podía aguantarlo más dentro mío y le
envié un audio explicándole que a esta altura ella estaba en otro nivel y que
lo correcto era que conociera la lista de temas. Había tanta sinceridad entre
nosotros que mantenerlo en secreto se estaba volviendo cada vez más difícil así
que por qué no. Estuvo de acuerdo y recibió una imagen con la lista escrita con
mi puño y letra inmediatamente después. “AHHHHHHHHHGGGGGGGG!!!!!!! (muchas
estrellas por emojis) Estoy saltando por dentro y exclamé ‘woooooaaaaaaa’.
¡Qué manera de empezar!”
“Subdivisions” es tan significativa ahora a causa de esto. Y “Limelight”
resultó ser su canción favorita y que yo accidentalmente le estropeara la
sorpresa no era problema porque ya tenía una fuerte corazonada de que sería
parte del show. Y miren cómo son las cosas: desde el comienzo que estuvo
pensada ni más ni menos que como la canción final. Pero a pesar de todo esto,
otras dos canciones fueron las que realmente sellaron nuestro amor…
Compartí el enlace a “Ghost Of A Chance”, pista #8 de Roll The Bones, con Sara tres días
después de mi mensaje inicial invitándola al ya planeado concierto de LIGHT y
muchas grandes conversaciones ida y vuelta con fluidez inigualable. Le hice
saber que esta canción estaba teniendo tanto sentido para mí ahora. Respondió
diciendo que el mensaje le había hecho dar un vuelco a su corazón. Al parecer,
“Ghost Of A Chance” ha sido siempre una canción muy importante para ella, y que
era increíble que de las millones de canciones para compartir, esa fue la que
sin saberlo elegí, y en el momento más indicado.
Sara iba a estar en Buenos Aires una semana más tarde.
Acordamos conocernos y parte de ese día especial fue escuchar una lista de
reproducción que terminaba con “Ghost Of A Chance.” Qué tierno fue ver su gran
sonrisa cuando este riff tan genial sonó por el pequeño parlante de celular. No
estoy siendo totalmente preciso, a decir verdad. “Ghost Of A Chance” no fue la
que verdaderamente concluyó esta lista…
La otra canción que nos fusionó -su palabra- es
“Railways,” algo en lo que había estado trabajando y que pude concretar gracias
a un poema que ella escribió para mí. Me dio permiso de usarlo como deseara. Antes
de aquel martes cuando se suponía nos conoceríamos, había grabado la guitarra para las
estrofas cantadas y ubicado al final como bonus track de la lista de
reproducción. Visitamos una reserva ecológica en La Lucila, Zona Norte de Buenos
Aires, y pasamos mucho tiempo charlando en un mirador, una rústica estructura
en madera al costado del sendero. Cuando llegó el momento de “Railways”, saqué
la hoja con la letra escrita a mano de mi bolsillo, se la entregué y empecé a
cantar (por timidez no canté la primera línea pero encontré el coraje pronto,
jeje). Cuando la canción llegó a su fin, dijo estar conmovida. Tomé una
lapicera y firmé la hoja, le pedí que hiciera lo mismo siendo que la canción es
de ambos (algunos de los versos en “Free Fall Into The Light”, su poema, son
ahora parte de “Railways” también). “¿Te gustó?” le pregunté. En silencio
asintió y sonrió, y tomé su mano. Segundos después apoyó su cabeza en mi
hombro. Y finalmente, después de un rato, la miré a los ojos y besé.
Comencé esta entrada diciendo que Roll The Bones es un
álbum constantemente relevante en mi vida, ¿no es así? No puedo imaginar nada
más perfecto, cómo es que de alguna manera nos encontramos entre toda esa
mascarada y nos mantuvimos en estado de gracia.
¿Tristeza? Por supuesto. ¿Enojo para con la vida en sí?
También, inevitable. Pero lo compartido con Sara Elisa Acosta (Arien Lune) se
vivió en paz, fue un amor real ya que estuvo siempre basado en la serena
conexión de nuestros espíritus. Lo sincrónico ya ni siquiera nos sorprendía
después de tantas "coincidencias"; fluidez como un río de aguas
cristalinas que corre sin parar.
Ahora sólo me queda honrar su memoria y ese amor puro que
supimos compartir con autenticidad. A pesar de lo injusto de su tan temprana
partida, agradezco y siempre agradeceré el que hayamos nacido y cruzado
caminos.
Te amo, Sara. ❤️🔥☀️🌙🌳
No hay comentarios:
Publicar un comentario