viernes, 13 de mayo de 2011

Reflexiones de Utopía

En Luby no hay signos de maldad alguna. Todo ser viviente comprende su razón de ser sin la necesidad de ser asegurados de nada más que su simple y humilde existencia en el universo. Los quehaceres diarios, aficiones, responsabilidades, todo se lleva a cabo en plenitud y paz interna, de ahí la inexistencia de cualquier tipo de corrupción imaginable.


Un lugar en el vasto universo poco creíble, dirían seres de otros lugares no tan afortunados. Pero no se trata de fortuna realmente; es una cuestión de estar atento, atento a la llegada del momento más importante en la vida de cada uno, y de esta manera luchar, luchar con uno mismo hasta pasar la prueba de la incertidumbre, un miedo que confunde frecuentemente y nubla los corazones, así alcanzando finalmente la Liberación.

¿ Y de ahí en más, qué ?, preguntarían algunos. Sólo queda responder: ``No se sabe´´. Y se dice que no hay mejor respuesta para dar. Tal vez muchos no se contenten con tal respuesta, y consecuentemente la hacen a un lado sin darle oportunidad de reflexión. Así es como no logran superar el miedo que los acecha; y esperan certeza, alguien que calme sus espíritus con una respuesta directa. Pero lo único cierto es dejarse ir no obstaculizando más de la cuenta la Prueba que, tarde o temprano, se hace presente.

Así es como Luby se ve a los ojos del resto del universo como un lugar mágico, como son descritas las tierras en cuentos de hadas. Pero de esto Luby tiene poco y nada más que un gentil brillo en todos sus hermosos y variados paisajes, desde extensas cadenas montañosas y lagos profundos de agua cristalina hasta valles de pastos ricos y mares inmensos.

Su aspecto no es más que la extensión del pensamiento de sus habitantes, algo que por cierto no dan por hecho pero que no los sorprende tanto como a sus visitantes, quienes en su lugar no son testigos de un simple destello sino de una luz casi enceguecedora.

Estos visitantes son capaces de llegar al lugar sólo cuando Ella lo ordena. Los alrededores pierden nitidez, los sonidos ya no son cercanos sino distantes, desesperación y confusión están a punto de volverte demente… pero Ella, hermosa y magnífica, te da la bienvenida con un ademán y se lleva todos tus miedos. Y así es como entran a Luby con una sonrisa en sus rostros.

Aunque todavía no haya respuesta, la confusión ya no perturba sus mentes. Cuestionarse deja de ser importante, ahora la maravilla llena al corazón. La luz y belleza de Luby sean tal vez esa respuesta.

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